El hombre de la cámara

El hombre de la cámara
Fotograma del filme de Dziga Vertov, El hombre de la cámara (1929)

martes, 14 de abril de 2015

Ivens y el documental pictórico

En el año 1924 surge como rechazo al cine comercial la creación de cineclubes por parte de artistas provenientes de diversas disciplinas, donde buscaban experimentar con el cinematógrafo instaurando nuevas características, propias de cada uno de las artes que practicaban. Presentado una propuesta totalmente innovadora, que se olvidaba de las grandes y complejas tramas; el cine que estos artistas promovieron era aquel en el cual la importancia era totalmente pictórica, aquella que surgía de las posibilidades de composición que producía el manejo de la luz. Serían en estas reuniones y en sus productos donde surgiría el término de documental pictórico.
Influenciado e identificado con este movimiento, Joris Ivens perteneciente al cineclub de Ámsterdam (Filmliga) realiza sus trabajos cinematográficos atendiendo a una preocupación por la relación de las formas y un especial detenimiento y cuidado en el trabajo de observación de las dinámicas cambiantes de la ciudad. Hijo además de un fotógrafo recibiría desde muy pequeño la formación y el gusto por la fotografía y la estética de las imágenes.
Inspirado también por la obra de Walter Ruttman, en especial por su documental Berlín, sinfonía de una ciudad donde el manejo del ritmo dentro de las dinámicas de la ciudad cobra relevancia de manera evidente, Ivens se encamina a realizar su obra sobre el puente ferroviario levadizo de Rotterdam (De Brug, 1928), donde las relaciones entre los movimientos de un barco, de un tren y del propio puente resultan en una composición donde el ritmo prevalece, dado por los diferentes tipos de ángulos y duración de los planos, revelando además una preocupación por el montaje y la relación entre los planos por parte de Ivens.
Es precisamente a través de la captura desde varios ángulos, prestando gran atención a su composición, que logra una representación total del lugar. Permitiéndole así jugar con la descomposición y recomposición de los elementos que presentan, de una manera rítmica. Como un retrato estructural, el puente se convierte en el protagonista del documental con su magnificencia, restándole importancia a la presencia humana. Aquella importancia que se le da al movimiento es la que convierte a objetos inanimados en personajes con vida.
Ivens basaba su trabajo en una profunda y extensa observación, en la que descubría belleza en pequeñas cosas, movimientos y relaciones entre objetos. Entonces tras la realización de  su documental De Brug, al año siguiente presenta el más importante de su obra, Regen (1929) que lo realizaría con la colaboración del escritor Mannus Franken.
La innovación en este documental no surge simplemente de la experimentación artística del director con la técnica. Aunque no sea su principal intención, la relación que surge entre los planos y el orden en el que se presenta plantean al espectador una búsqueda de sentido, podría pensarse que aunque inscrito en aquel movimiento que rechaza las tramas imbricadas no niega del todo la necesidad de narrar, de desarrollar un hecho, de generar un discurso.
Superficialmente el documental retrata la caída de la lluvia sobre Amsterdam, pero la exploración que hace Ivens sobre los ángulos de cámara, la composición, la minuciosa escogencia de la escena retratada en cada plano van más allá. Los dos primeros planos se hacen sobre la superficie del agua presentando al personaje principal y enseguida se muestran planos generales de la ciudad en normal funcionamiento, a manera de contexto. La presentación de un plano contrapicado de un árbol en el que sus hojas se mueven por el viento, seguido del vuelo de un conjunto de pájaros permiten al espectador por asociación generar una lectura, claramente se trata de la lluvia que se avecina, un personaje que se manifiesta e irrumpe en un espacio.
Siguiendo la línea de dar vida a seres inanimados, los planos en que se muestra la lluvia caer contra los objetos, correr por las calles, las canales, ver a las personas huir de ella generan cierta melancolía. La relación entre todos estos planos genera una poesía donde el punto de vista le pertenece al personaje principal, a la lluvia. El rechazo que le impone la ciudad relega a la lluvia a correr por el suelo, ese lugar donde se halla lo despreciable, a pesar de la furia con la que ha intentado imponerse termina por rendirse y ocupar el lugar que le han impuesto a ella.
Ivens transforma entonces el concepto de documental como retrato de la  cotidianeidad. La lluvia, un evento momentáneo y pasajero se presenta en la ciudad como algo que irrumpe en su normal funcionamiento, por lo tanto sale de la cotidianeidad de la ciudad, una molestia evidente en la evasión y rechazo que produce esta entre los habitantes.
El amplio cubrimiento del recorrido que realiza este personaje (la lluvia) denota un arduo trabajo, evidentemente no se trató únicamente de colocar una cámara y dejar a la deriva el resultado. No, Ivens tuvo un proceso de 4 meses de contemplación que le permitió entender la lluvia y así mismo escoger la forma en que sería retratada, con la que se reflejara y se narrara el conflicto de este personaje. Dando como resultado imágenes de gran riqueza visual que individualmente y en su conjunto logran un discurso poético sobre el papel de la lluvia.
Regen, que surge como respuesta a la necesidad de realizar un cine no comercial toma claramente el cuidado por la estética y la forma como principal medio, proveniente del trabajo de Ivens como fotógrafo y lo refuerza con el montaje en el que un plano se asocia con el anterior y el siguiente por medio de la misma acción, creando de manera global una secuencia casi que casual. Una estructura muy narrativa en donde existe un inicio, el viento anuncia el acercamiento de la lluvia; un nudo, la lluvia se precipita con gran furia sobre la ciudad intentando generar contacto con el humano; un desenlace, finalmente la lluvia acaba rechazada y relegada al suelo y el cielo nuevamente se abre para permitir que la ciudad continúe en su cotidianeidad.
Dejando de lado los elementos narrativos que podrían hallarse dentro del documental, se sabe que su principal intención fue incluir la importancia que otras artes le daban a la estética de la imagen al cine, claramente no fueron los pioneros en esta tarea pero según Barnouw sería el más representativo del género del documental pictórico.
Lastimosamente, este género no alcanzaría un largo tiempo de auge pues este se dio cercano a una época de transición. El cine sonoro se apoderaba de la atención y con él el poder de la palabra, la importancia de la película ya no se situaba en su belleza visual si no en el discurso directo y explícito que proporcionaba la palabra, pasando a convertirse en ese momento en un instrumento de lucha.



1 comentario:

  1. El comentario hace un análisis detallado de la obra de Ivens, en términos formales faltó citas bibliograficas

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