El hombre de la cámara

El hombre de la cámara
Fotograma del filme de Dziga Vertov, El hombre de la cámara (1929)

miércoles, 15 de abril de 2015

Manhatta (1921)

Juan David Camelo
Código: 2508495


Manhatta (1921) Paul Strand - Charles Sheeler



Manhatta fue el nombre original de la isla de Manhattan y fue tomado por Paul Strand y Charles Sheeler para titular su documental de diez minutos en que la isla humeante y en crecimiento es la protagonista. Los 65 fotogramas que componen la película describen la rutina de la isla y en particular del distrito Manhattan de la ciudad de Nueva York, característico por ser un icono económico y arquitectónico en el mundo.
Para el momento de la realización, Estados Unidos comenzaba a tomar un papel protagónico en el planeta, pues luego de la primera guerra mundial, su economía comienza a ser estable y sus relaciones y poder se multiplican. A comienzos de la década de los 20 el país crece y comienza tomar forma la potencia.

La construcción de grandes edificios y grandes industrias da forma a las grandes ciudades en donde se comienza a invertir todo el dinero en las fábricas y las empresas. Esto dio pie a la importancia de la bolsa de Nueva York y a sus operaciones financieras como caminos a la riqueza y el crecimiento.

Estados Unidos que no participo en la guerra se aprovecha de la postguerra europea y se acomoda sacando provecho de las consecuencias de los líos del viejo continente. De forma casi que silenciosa lentamente se hace una potencia en todos los ámbitos.

Paul Strand en el momento, un joven, hijo de inmigrantes checos aficionado a la fotografía junto a Charles Sheeler, pintor y fotógrafo, influenciados por un sentimiento de nacionalismo y admiración, por su país y su ciudad realizan el que haría parte del grupo de documentales llamado Sinfonías humanas, en dónde se exponen y admiran las rutinas, arquitecturas y ambientes de las ciudades importantes de la época.

Motivados por la moda y la intención de vender la ciudad a turistas y extraños, crean casi que un vídeo publicitario de la ciudad. Apoyados en la admiración y un tratamiento icónico idolatran la ciudad. Hacen uso de imágenes de los rascacielos de la ciudad, las fábricas, los puentes, y el comercio marítimo de la ciudad para exponerla como una potencia en crecimiento, el humo y los altos edificios advierten al mundo de la potencia mundial que se está formado.

El documental está basado en un poema del escritor Paul Whitman y se entiende como la física intensión de hacer una traducción de la literatura a lo visual. Como “fotografía en movimiento” podría describirse el trabajo del par de realizadores influenciados por su trabajo previo en la fotografía y la pintura. Y es notable pues las fotografías del documental son hermosas, y estás compuestas de manera nutrida con elementos que nos describen una ciudad en pocos minutos. Planos estáticos fríamente calculados de construcciones, rascacielos, enormes calles inundadas de personas, el río y enormes embarcaciones con una vista desde el cielo, dan la sensación de estar en ese lugar que echa humo de la acelerada manera en que crece y que está listo para apoderarse del planeta con fuertes vías férreas y marítimas por el océano atlántico.

Algo parecido a lo que envió la NASA al espacio, un recuento de lo llamativo, icónico y sobresaliente del planeta para que sea fácilmente entendido por un ser que solo goce del sentido visual.


  
Así al igual que el poema, la película finaliza con un final abierto, invitando a quien tenga la suerte de verlo a conocer esta ciudad que enamoro a sus realizadores, y advirtiendo que sus edificios y su crecimiento no tiene límite, que cada día será más alto el punto de vista con el que la ciudad de Nueva York ve el mundo.

Aunque resulte bruscamente objetivo el trabajo de cualquier realizador de documental es inocultable su opinión, su punto de vista no es el mismo que cualquier otra persona. Y esto queda registrado en las imágenes y sonidos que forman el trabajo audiovisual. Y seguramente si otro realizador realiza un trabajo con la misma intención y con la misma idea, serán dos cosas totalmente distintas, los documentales de cada realizador.

2 comentarios:

  1. De este texto me quedan algunas preguntas:

    - ¿Cómo así 65 fotogramas?

    "Los 65 fotogramas que componen la película"

    - ¿Cómo así que los Estados Unidos no entraron en guerra? ¿Cual guerra? Porque si se refiere a la Primera Guerra Mundial, E.E.U.U. entró en 1917.

    "Estados Unidos que no participo en la guerra se aprovecha de la postguerra"

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  2. Comparto las inquietudes que plantea Daniel.
    En lo general me gusta el comentario por arriesgarse a proponer puntos de vista personales y propios, sin embargo la debilidad está en la generalización de varios argumentos

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