Tul Paloma Rodríguez Agudelo
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FORJANDO SUEÑOS
Los hombres son considerados como seres capaces de
generar representaciones en las que se documentan momentos históricos, las
representaciones son motivadas por condiciones sociales y psicológicas. Así el
hombre usa el arte como un medio catártico de la realidad subjetiva, pero estas
obras no son completamente personales, la obra de arte tiene una identificación
con el espectador, se genera una incipiente idea con la que se da una reforma,
a gran o pequeña escala, en el carácter del receptor.
Hay un poder gigantesco en la cultura artística de los
pueblos, el arte es el análisis del conflicto más allá de los sucesos. Es tan
importante que las grandes revoluciones han sido apoyadas por el arte, en las épocas coyunturales se formaron vanguardias
que parten de una gran idea que se reitera, la cual es presentada y acepta por
la comunidad. En principio las artes que no se distribuyen fácilmente, se ven
centralizadas y son la representación de cierta parte de la sociedad. La
vulgarización empieza con el teatro y luego con la invención de la cámara, el
cine. Donde toda la población tiene alcance a la idea general y donde se
construye una cultura artística general.
Como dije anteriormente es preciso reiterar que las
imágenes generadas hablan mucho de la sociedad que las verá, se sobrevaloran
las imágenes pero hay algo implícito en ellas que descubre el pensar y el
sentir de una sociedad. El realizador aprovechará el nivel de identificación
para manipular limpia o suciamente la inconciencia con correlación imágenes, un
proceso que hacemos inconscientemente pero que más adelante se usaría
conscientemente y con un propósito determinado.
Rusia luego de la Revolución de octubre, sus ciudadanos
cansados de la guerra que no se detiene desde hace diez años y la revolución
industrial que se acerca desde occidente prometiendo abrir nuevas esperanzas
para un pueblo segregado y sin rumbo claro ahora que la estratificación de las
políticas y las artes quedó abolida. Una
idea unificadora debía ser promovida.
Dziga Vertov apasionado por las expresiones de vida real
produjo noticieros semanales de una clase especial, en el fin de la guerra
civil desde 1926 empezó a hacer
largometrajes. Su intención era clara sorprender a la vida con la cámara
(Kino-eye), desarrolló un pensamiento muy específico acerca de cómo debería ser
el cine y cómo éste debería ser utilizado. Para Vertov la ficción era una
mentira, y sólo el documental era capaz de captar visualmente lo real y de
transmitir de una manera eficaz el mensaje del Partido. ¡Adelante, Soviet! (1926), Cine-ojo, la vida al imprevisto (1924). La
primera un documental con contenido político evidente, que manejan la imagen
como el acompañamiento de la idea central que está citada textualmente y el segundo,
el primero de sus manifiestos audiovisuales en donde expone una manera especial
de concebir la imagen y la musicalidad en ella. Aprovechando todo su potencial
para el espectáculo y la exposición de una idea determinada que mueve la
sensibilidad y el juicio.
No siendo el único Dziga Vertov está contenido en toda
una vanguardia que encuentra posibilidades en el caos que filmaba, fascinado
por el futurismo encuentra en el montaje un aliado mecánico del cual tomaría
sus grandes ventajas, el movimiento y la ordenación.
El sentimiento de necesidad de orden era generalizado en
la época, se trabajaba para reconstruir una sociedad que ahora en desarrollo
requería de convencimiento, con un líder solo hace falta el producto y el mecanismo
de distribución, los largometrajes de Dziga viajaron por toda Rusia expandiendo
el mensaje. La realidad mostrada tenía total veracidad, el hombre de la calle
se transforma, en el protagonista de las obras de arte.
Walter Benjamin se refiere al aspecto de realidad que
puede transmitir la cámara y a propósito de la identificación misma. “Si para el hombre de hoy la más
significativas de todas las representaciones es la cinematográfica, esto se
debe a que ésta entrega el aspecto de la realidad como una realidad libre con
respecto al aparato- que él tiene derecho a exigir en la obra de arte-
precisamente sobre la base de su compenetración más intensa con ese aparato”[1]
Creer en el nivel de identificación depende del espectador, el cómo percibir
el producto depende de la condición socio-económica. Toda una ola de optimismo
llegó a los rincones de Rusia y el nivel de identificación es máximo cuando
el El
hombre de la cámara (1929) llega a distribuirse, tanto que el espectador al
hacer un escaneo a los elementos en pantalla identifica la cámara como un igual
y se pone al mismo nivel de la máquina.
El orden de sus imágenes obedece a un ritmo que adquirieron en la etapa de posproducción, pero en
principio son imágenes aleatorias de una ciudad en progreso industrial, que recopila
las partes y momentos de una ciudad, integrándola como base de una importante revolución.
Vertov trabaja bajo el lineamiento propuesto por Lenin la
producción de nuevas películas debe estar impregnada de ideas comunistas que
reflejen la realidad soviética. Es el hijo de una revolución victoriosa y la
vida que sorprende su cámara es una vida soviética. Dziga acepta la realidad
soviética, acentúa el ritmo formal sin abandonar el contenido.[2]
Lo interesante entonces es la manera de abordar el
audiovisual complementando la “subjetividad” de la cámara con un lenguaje
propio dentro de la construcción estilística. Eliminando los intertítulos y
experimentando con ritmos, ángulos, perspectiva, utilizando también
combinaciones de distintos materiales: negativos, fotografías, película y algunas
técnicas de filmación: stop motion, animación, imágenes superpuestas, que
consiguen que la película tenga un resaltadas y reconocidas innovaciones en su
realización.
Se construye una identidad nacional por medio del
reflejo. Las grandes ciudades van en progreso, ahora son parte de una gran masa
que no difieren los unos con los otros, Los analfabetas y los letrados pueden
compartir juntos el espíritu nacional. La contribución intelectual que hace
Cine Ojo en la cultura artística del país es importante en la medida que aparte
de estar distribuyendo contenido, básicamente cumpliendo con su trabajo del
cual están muy convencidos, están educando un pueblo listo para avanzar. El uso
de técnicas experimentales de exposición de material, me refiero al uso de un
montaje inteligente, donde las palabras sobran, es lo que permite que la
cultura visual crezca. Estas intrincadas narrativas permitieron que por un
tiempo el “pueblo”, la “masa” estuviera cerca de lo que podría llamarse una
obra de arte, a la que se le puede adjudicar un alma propia reconstruida de las
almas generales donde su voz a pesar de ser propia no es única, es la
recopilación de cada uno de los integrantes que participan en el documento. El
efecto nacional que tuvo toda la obra de Dziga Vertov fue el primero de muchos avances
que haría Rusia hacia el triunfo del comunismo incluso después de Lenin.
Así en el verano de 1991 la Unión Soviética,
terminaría en el último intento por
conservar un estado político que durante 74 años había generado una gigantesca
infraestructura propagandística, a la cual no era ajena la cultura. Una
superpotencia multinacional en la que existían 360 mil bibliotecas, más de mil
museos, 3 mil emisoras de radio, 8 mil periódicos, 130 canales de televisión
importantes, 175 mil salas cinematográficas y una industria del libro que
imprimía 80 mil títulos y folletos anualmente, en 50 idiomas.
Una de las cosas particulares en los decenios de la revolución rusa, es el extraño juego planteado entre el arte oficial y el vanguardismo que se venía forjando en Rusia, como consonancia del resto de Europa.
ResponderBorrarTras la muerte de Lenin, el realismo socialista soviético empieza a imponerse como estética oficial, y Vertov consciente o no, expresó cinematograficamente esa visión ideal de la realidad. Es decir, una realidad mediada técnicamente.
En el caso de otras expresiones artísticas, el resultado es algo contradictorio con el nombre, y hacen de Vertov alguien sutil.
[img]http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/12/Kustodiyev_bolshevik.JPG[img]
Por lo visto no se pueden insertar imágenes en los comentarios. A quien le interese ver la imagen, copie el vinculo y péguelo en la barra de direcciones.
ResponderBorrarUna interesante reflexión sobre la relación entre propaganda y expresión artística a partir del trabajo de Vertov en el contexto postrevolucionario de Rusia. Un uso adeacuado de fuentes con la puesta de un reflexión propia
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