El hombre de la cámara

El hombre de la cámara
Fotograma del filme de Dziga Vertov, El hombre de la cámara (1929)

miércoles, 15 de abril de 2015

Andres Felipe Chavez Camargo
Cod: 2508442
Teoria e Historia Documental
Escuela de Cine y Television
Universidad Nacional de Colombia


Daremos una mirada comparativa a dos documentales producidos en tiempos de la II Guerra Mundial: El triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl (1935); y la primera entrega de ¿Por qué peleamos? de Frank Capra: Preludio de una guerra (1942).
El momento historico en el que se realizaron los separa. El documento aleman se filmó previo a la guerra y el norteamericano durante su desarrollo. En este sentido, ¿Por qué peleamos? fue una reacción de Estados Unidos a la efectividad de la película de Riefenstahl, siete años más tarde. Una estrategia del departamento de defensa estadounidense por convencer a sus ciudadanos de apoyar la incursión armada que sucedió oficialmente cuando Estados Unidos entró a la guerra en Diciembre de 1941 tras el ataque japonés a Pearl Harbor. Su realización, podría decirse desesperada ante la inminente aproximación de la guerra a tierra propia, que explica de paso el gran alcance que tuvo en cuanto a temática e investigación.
El triunfo es una pieza de dos horas. Su estructura básica se ata a la celebración del “Congreso del partido Nazi” en Nuremberg, Alemania; y los distintos desfiles y eventos de organizaciones civiles y militares. El objetivo del documental crónica alemán no requería entonces de mayores consultas históricas o búsqueda de materiales de archivo, la propuesta de Leni se basaba en mostrar el momento actual de la forma más detallada y con un mensaje muy claro, a través del subtexto que aporta el lenguaje cinematográfico en el montaje, la composición, y la música, y de forma mas explicita con los discursos de los principales representantes del partido Nacional Socialista.
Es claro que El triunfo no se pensó como un documental para reaccionar ante una amenaza, sino como un complemento estratégico con el que el partido nazi reforzaría su imagen de conductor de la nueva Alemania. Su aparición ocurre cuando ya existía un apoyo generalizado a Hitler como führer y se necesitaba fortalecerlo al máximo, incluso fuera del país. En el cuida mucho de lo que los discursos pueden dar a entender, de hecho, algunos de estos fueron grabados posteriormente.
La inexistencia de un narrador reduce aparentemente la intención adoctrinante que tiene este documental, porque deja espacios libres para que el espectador piense y dé su propia lectura. Sin embargo, el cambio entre el protagonista indudable -que es Hitler- y el pueblo; crea la ilusión de una aceptación, esperanza e idolatría hacia el líder. En el comienzo del documental, Hitler proviene del cielo, vuela sobre las nubes. Tras uno minutos el avión en el que se transporta desciende y se crea una atmósfera de expectativa, varios rostros sonrientes en primer plano seguidos del saludo de Hitler al salir. Su paseo por entre la multitud y por encima de esta, el saludo a una madre con un niño de brazos, música serena. Desde el inicio establece un protagonista y la posición de “los demás” frente a él.
Los documentales tienen puntos de vista opuestos; El triunfo de la libertad mira al interior del pueblo Alemán, su rápido florecimiento político y social personificado por Hitler y su gobierno. ¿Por qué peleamos? tiene una mirada hacia afuera, al contexto internacioinal, hacia el entorno que se vuelve peligroso y acecha rápidamente. Imágenes del país vemos pocas: un desfile militar con un par de banderas estadounidenses, niños que juegan en los parques, políticos firmando leyes. Po otro lado, se centra en describir la naturaleza de cada líder que amenaza la democracia americana, da nombres y retratos y los unifica en una sola imagen que los asocia efectivamente. Estos rostros están mezclados con sonidos de bombardeos, imágenes de armas, barcos y aviones disparando su carga y en el fondo una música muy acorde a las sensaciones que deben provocar. Divide el mundo en 2 bandos radicales, nos adentra en cada uno para luego preguntarnos de qué lado estar. Un estilo muy occidental de ver la vida del que se saca buen provecho para hacer funcionar la estrategia de adoctrinamiento de las masas, obligarlas a decidir entre solo 2 alternativas. En la pieza de Riefenstahl vemos a varios civiles, soldados, agricultores, lugares de la ciudad, no vemos una sola imagen que describa al enemigo.
Capra al comienzo advierte el uso de imágenes de archivo. Entre estas vemos un largo segmento de El triunfo de la voluntad. El momento en el que es usada el discurso del narrador justo termina de explicar el mundo esclavizado, usa imágenes de los desfiles militares de la última parte de El triunfo sin las reacciones alegres del pueblo, en cambio cortando a los rostros de personas a la expectativa, asombrados, y la imagen final de un anciano con mirada taciturna. A continuación la vista de los 2 planetas, uno blanco, el de los buenos americanos, y otro negro, de los terribles europeos. Cuando entran estas secciones el ritmo del montaje deja de ser trepidante para pasar a un tiempo lento en el que se da espacio al público para tomar una posición.
Hay una gran necesidad de ser explicativos en ¿Por qué peleamos?. Mapas animados abarcan un tiempo considerable del documental. Estas animaciones fueron realizadas por Disney, el más reconocido estudio de animación. También hay varias puestas en escena, como la del vitral religioso que al ser destruido deja ver la imagen de Hitler y la cámara se acerca a su retrato en un travel-in veloz con una música fatalista, o el tarjetón de votación en el que se ve sólo la opción de votar por Hitler.
También se recurre a la descripción histórica de los eventos que preceden a la II guerra con fechas y nombres acertados, lo que le da un valor no solo histórico sino de credibilidad. Gran parte de esta sección es dedicada a describir con mapas, animaciones e imágenes de archivo la invasión de Japón a Manchuria y la invasión de Italia a Etiopía, anunciando que para la siguiente entrega se describiría el plan de invasión alemán. Esta estrategia de gancho asegura que haya curiosidad general por visionar el siguiente capítulo, que se denominó: The nazis strikes back – Los nazis atacan de nuevo.
Esta diferencia evidente entre los documentales salvaría la posición de Riefenstahl acerca de su obra, sobre la que insiste que no es propaganda. Ella declaró en Cahiers du Cinéma en 1965 que ninguno de sus trabajos artísticos fue propaganda nazi[1]. Sin embargo la posición de Susan Sontag es inclemente: cree que “esta fue la película de propaganda más pura y exitosa jamás realizada”[2].
Podríamos imaginarnos en El triunfo de la voluntad el uso de mapas animados apuntando a los enemigos o cifras sobre las obras civiles y la economía de Alemania con la intención de justificar las actividades de gobierno, pero el discurso y la multitud en conjunto son suficiente imagen para reivindicar el nazismo en el país.
¿A qué se debe entonces el éxito del documental de Leni, siendo este menos vasto y de menor alcance? En el texto The mass psychology of fascist cinema cuentan con 3 factores: psicológicos, ideológicos y cinematográficos. Según Wilhem Reich, las estadísticas de votación indican que fue el pueblo más pobre el que eligió el fascismo, a pesar de que su discurso suponía la entrega total a una autoridad patriarcal y la supresión de sí mismo. La imagen de Hitler como una persona sólida y rígida, caló en la multitud. En una declaración el führer manifestó: no se puede persuadir a las masas con argumentos, lógica o conocimientos, se les persuade con sentimientos y creencias[3].
La cámara entonces indica cómo mirar a Hitler, la posición del espectador frente a él, su relación con el espacio como lo vemos en la secuencia en el War Memorial en el que la multitud formada deja un gran espacio por el que camina Hitler y otros dos funcionarios. Pero también introduce estratégicamente imágenes de los estandartes, las banderas del partido, el símbolo de la esvástica que retoma Capra en una de sus animaciones, el águila enorme sobre Hitler que es sugerida desde  la secuencia inicial cuando el avión vuela sobre Nuremberg y su sombra sobre la ciudad tiene casi la misma forma del ave emblemática.
Esta secuencia inicial ha sido relacionada con la idea de que el partido nazi se presentó como una religión política. “Hitler es mostrado como un mesias alemán que salvará la nación, si la ciudadanía pone su destino en sus manos”[4] Al mismo tiempo, las marchas de antorchas son relacionadas con ritos paganos. Con todo, al igual que con ¿Por qué luchamos?, la religión es uno de los elementos de la sociedad que son tratados para llegar masivamente con un mensaje.
En El triunfo, el papel del narrador de voz lo hizo la cámara y el montaje. El texto inicial, escrito por Walter Ruttman, que es una declaración del renacimiento de Alemania que comenzó con la llegada de Hitler al poder, es la única sugerencia de narrador. Se dispuso de un enorme presupuesto para la filmación del documental, Hitler otorgó carta blanca a Riefenstahl, y ella no escatimó en gastos: cientoveinte personas a cargo, entre treinta y cincuenta cámaras con desarrollos tecnológicos coordinados por ella misma[5]. Esto le permitió realizar tomas fascinantes de los discursos sobre rieles, vistas de pájaro al igual que usar un ángulo de cámara bajo valiéndose de tarimas que hacían parecer a Hitler de forma imponente, muy parecido a un dios. En el inicio, durante su desfile sobre su mercedes Benz, la cámara rodea a Hitler al igual que rodea ciertos monumentos y esculturas de la ciudad. Utiliza lentes teleobjetivo para mostrar las multitudes, lo que genera un efecto de “compactación” en la imagen que acerca a las personas y hace percibirlas más numerosas[6].
La estética creada por la cámara en su composición, valores de plano y movimientos es el sello artístico que Riefenstahl aportó y que hizo este documental una obra exitosa. Solo basta ver la evolución que tuvo la técnica de cámara en Olympia para constatar la gran sensibilidad que ella poseía.
Cada intervención es precedida por imágenes de inmensas multitudes, con rostros sonrientes y en ocasiones saludando de forma coordinada con la expresión “Seig Heil”. Este sonido es escuchado reiteradamente a lo largo del documental en los discursos y las presentaciones.
En la obra de Capra exponen al pueblo de cada uno de los países que amenazan con conquistar el mundo como un pueblo traicionado, que creyó en las promesas de sus líderes estando en medio de una crisis. Los ciudadanos son mostrados como ingenuos responsables de darle poder a sus líderes. En el caso del Servicio Obrero que aparece en un desfile dotado con unas palas y saluda a Hitler efusivamente, en ¿por qué peleamos? aseguran que son personas designadas en trabajos forzados y con bajos salarios. Sumamos entonces otro objetivo en el documental de Capra, que es desacreditar directamente eventos o realidades expuestas en el documental de Riefenstahl. Una de las animaciones da un dato exacto sobre el gasto militar de Alemania durante los últimos años, 80 mil millones de dólares que según Estados Unidos, no corresponde con sus declaraciones de falta de recursos.
Capra usa doblaje cuando algunos personajes hablan, sean Japoneses, Italianos o Ingleses, en los que el lipsync no corresponde y da pie para dudar de la veracidad de lo que dice el narrador. Pero esto resulta poco relevante en medio de la cantidad de información que fluye en cada segmento. La música fatalista se alterna con música de tambores de guerra y la música serena y pacífica que asocian al mundo libre. Hubo un trabajo especial en el sonido de explosiones y bombardeos, que se incluyeron a material de archivo silente.
El general George Marshall, quién ordenó la realización del documental a Frank Capra no aparece en el filme, ni ningún otro personaje que tenga rostro propio. Quien explica por qué peleamos es el estado norteamericano en nombre del continente entero. En El triunfo desde su comienzo es puesto un rostro identificable. Capra era consciente de que aunque en El triunfo no se disparó un arma o se soltó una bomba, su objetivo psicológico de evitar resistirse era igual de letal. El director echa mano entonces de la religión, los niños y la libertad como elementos sensibles dentro de la sociedad americana y expone a Hitler como un enemigo de la estabilidad.
Entre ambas obras, podríamos decir que El triunfo de la voluntad se alimenta de una sensibilidad artística y ¿Por qué peleamos? de un gran arsenal de métodos técnicos en imagen y sonido. En la primera no vemos gran uso de fundidos, no hay puestas en escena, los discursos son grabados directamente o retomados en estudio, no hay animaciones de ningún tipo. En la segunda; la cantidad de información que es presentada en una sola hora se apoya en estos elementos y en una música más intencional, el mensaje para el espectador es muy claro y extenso en ocasiones, pero a un ritmo acelerado. Las imágenes explícitas de muertos y heridos podrían provocar un efecto de rechazo a participar en la guerra, pero no pesan más que la necesidad de intervenir y actuar para que no suceda en el territorio.
No hay una forma estadística para medir el nivel de efectividad en la transmisión del mensaje que tuvo cada documental, las referencias históricas indican que cada uno tuvo un poder sorprendente sobre su público, cada uno con sus diferencias de estilo y estética demuestra que el cine es una potente herramienta de adoctrinamiento, que su poder de sugestión y penetración sensitiva no es un mito a pesar de que los documentales en el cine hayan perdido su relevancia y hayan saltado a un espacio distinto como la televisión.
Sin la presencia del sonido en el film estos documentales seguramente carecerían de la riqueza y el potencial que tuvieron, no tendrían la gran capacidad de capturar los principales sentidos humanos para enfocar su atención en el mensaje, sutil o directo, pero presente y prioritario.

BIBLIOGRAFÍA
Tomasulo, Frank P. (1998). Documenting the documentary: The Mass Psychology of Fascism Cinema, (99-118): Wayne State University Press.
Sontag, Susan. (1975). Fascinating Fascism.
Carl Rollyson (2007-03-07). "Leni Riefenstahl on Trial". The New York Sun. Recuperado en Nov. 02 2008.

FILMOGRAFÍA
Triumph des willens – El triunfo de la voluntad – Leni Riefenstahl 1934
Why we fight – Prelude to war. ¿Por qué luchamos? Preludio de una guerra – Frank Capra - 1942



[1] Sontag, Susan. (1975). Fascinating Fascism, (6)
[2] Sontag, Susan. (1975). Fascinating Fascism, (4)
[3] Tomasulo, Frank P. (1998). Documenting the documentary: The Mass Psychology of Fascism Cinema, (101): Wayne State University Press.
[4] Tomasulo, Frank P. (1998). Documenting the documentary: The Mass Psychology of Fascism Cinema, (104): Wayne State University Press.
[5] Sontag, Susan. (1975). Fascinating Fascism, (4)
[6] Tomasulo, Frank P. (1998). Documenting the documentary: The Mass Psychology of Fascism Cinema, (105): Wayne State University Press.

1 comentario:

  1. Disfrute mucho la lectura por la forma en que está construida la comparación, un muy buen uso de fuentes.

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