Andres Felipe Chavez Camargo
Cod: 2508442
Teoria e Historia Documental
Escuela de Cine y Television
Universidad
Nacional de Colombia
Daremos una
mirada comparativa a dos documentales producidos en tiempos de la II Guerra
Mundial: El triunfo de la voluntad de
Leni Riefenstahl (1935); y la primera entrega de ¿Por qué peleamos? de Frank Capra: Preludio de una guerra (1942).
El momento historico
en el que se realizaron los separa. El documento aleman se filmó previo a la
guerra y el norteamericano durante su desarrollo. En este sentido, ¿Por qué peleamos? fue una reacción de
Estados Unidos a la efectividad de la película de Riefenstahl, siete años más
tarde. Una estrategia del departamento de defensa estadounidense por convencer
a sus ciudadanos de apoyar la incursión armada que sucedió oficialmente cuando Estados
Unidos entró a la guerra en Diciembre de 1941 tras el ataque japonés a Pearl
Harbor. Su realización, podría decirse desesperada ante la inminente
aproximación de la guerra a tierra propia, que explica de paso el gran alcance
que tuvo en cuanto a temática e investigación.
El triunfo es una pieza de
dos horas. Su estructura básica se ata a la celebración del “Congreso del
partido Nazi” en Nuremberg, Alemania; y los distintos desfiles y eventos de
organizaciones civiles y militares. El objetivo del documental crónica alemán
no requería entonces de mayores consultas históricas o búsqueda de materiales
de archivo, la propuesta de Leni se basaba en mostrar el momento actual de la
forma más detallada y con un mensaje muy claro, a través del subtexto que
aporta el lenguaje cinematográfico en el montaje, la composición, y la música,
y de forma mas explicita con los discursos de los principales representantes
del partido Nacional Socialista.
Es claro que El triunfo no se pensó como un
documental para reaccionar ante una amenaza, sino como un complemento
estratégico con el que el partido nazi reforzaría su imagen de conductor de la
nueva Alemania. Su aparición ocurre cuando ya existía un apoyo generalizado a
Hitler como führer y se necesitaba fortalecerlo al máximo, incluso fuera del
país. En el cuida mucho de lo que los discursos pueden dar a entender, de
hecho, algunos de estos fueron grabados posteriormente.
La inexistencia
de un narrador reduce aparentemente la intención adoctrinante que tiene este
documental, porque deja espacios libres para que el espectador piense y dé su
propia lectura. Sin embargo, el cambio entre el protagonista indudable -que es
Hitler- y el pueblo; crea la ilusión de una aceptación, esperanza e idolatría
hacia el líder. En el comienzo del documental, Hitler proviene del cielo, vuela
sobre las nubes. Tras uno minutos el avión en el que se transporta desciende y
se crea una atmósfera de expectativa, varios rostros sonrientes en primer plano
seguidos del saludo de Hitler al salir. Su paseo por entre la multitud y por
encima de esta, el saludo a una madre con un niño de brazos, música serena. Desde
el inicio establece un protagonista y la posición de “los demás” frente a él.
Los documentales
tienen puntos de vista opuestos; El
triunfo de la libertad mira al interior del pueblo Alemán, su rápido
florecimiento político y social personificado por Hitler y su gobierno. ¿Por qué peleamos? tiene una mirada hacia afuera, al contexto
internacioinal, hacia el entorno que se vuelve peligroso y acecha rápidamente.
Imágenes del país vemos pocas: un desfile militar con un par de banderas
estadounidenses, niños que juegan en los parques, políticos firmando leyes. Po
otro lado, se centra en describir la naturaleza de cada líder que amenaza la
democracia americana, da nombres y retratos y los unifica en una sola imagen
que los asocia efectivamente. Estos rostros están mezclados con sonidos de
bombardeos, imágenes de armas, barcos y aviones disparando su carga y en el
fondo una música muy acorde a las sensaciones que deben provocar. Divide el
mundo en 2 bandos radicales, nos adentra en cada uno para luego preguntarnos de
qué lado estar. Un estilo muy occidental de ver la vida del que se saca buen
provecho para hacer funcionar la estrategia de adoctrinamiento de las masas,
obligarlas a decidir entre solo 2 alternativas. En la pieza de Riefenstahl
vemos a varios civiles, soldados, agricultores, lugares de la ciudad, no vemos
una sola imagen que describa al enemigo.
Capra al
comienzo advierte el uso de imágenes de archivo. Entre estas vemos un largo
segmento de El triunfo de la voluntad. El
momento en el que es usada el discurso del narrador justo termina de explicar
el mundo esclavizado, usa imágenes de los desfiles militares de la última parte
de El triunfo sin las reacciones
alegres del pueblo, en cambio cortando a los rostros de personas a la
expectativa, asombrados, y la imagen final de un anciano con mirada taciturna.
A continuación la vista de los 2 planetas, uno blanco, el de los buenos americanos,
y otro negro, de los terribles europeos. Cuando entran estas secciones el ritmo
del montaje deja de ser trepidante para pasar a un tiempo lento en el que se da
espacio al público para tomar una posición.
Hay una gran
necesidad de ser explicativos en ¿Por qué
peleamos?. Mapas animados abarcan un tiempo considerable del documental.
Estas animaciones fueron realizadas por Disney, el más reconocido estudio de
animación. También hay varias puestas en escena, como la del vitral religioso que
al ser destruido deja ver la imagen de Hitler y la cámara se acerca a su
retrato en un travel-in veloz con una música fatalista, o el tarjetón de
votación en el que se ve sólo la opción de votar por Hitler.
También se
recurre a la descripción histórica de los eventos que preceden a la II guerra
con fechas y nombres acertados, lo que le da un valor no solo histórico sino de
credibilidad. Gran parte de esta sección es dedicada a describir con mapas,
animaciones e imágenes de archivo la invasión de Japón a Manchuria y la
invasión de Italia a Etiopía, anunciando que para la siguiente entrega se
describiría el plan de invasión alemán. Esta estrategia de gancho asegura que haya
curiosidad general por visionar el siguiente capítulo, que se denominó: The nazis strikes back – Los nazis
atacan de nuevo.
Esta diferencia
evidente entre los documentales salvaría la posición de Riefenstahl acerca de
su obra, sobre la que insiste que no es propaganda. Ella declaró en Cahiers du
Cinéma en 1965 que ninguno de sus trabajos artísticos fue propaganda nazi[1].
Sin embargo la posición de Susan Sontag es inclemente: cree que “esta fue la
película de propaganda más pura y exitosa jamás realizada”[2].
Podríamos
imaginarnos en El triunfo de la voluntad
el uso de mapas animados apuntando a los enemigos o cifras sobre las obras civiles
y la economía de Alemania con la intención de justificar las actividades de
gobierno, pero el discurso y la multitud en conjunto son suficiente imagen para
reivindicar el nazismo en el país.
¿A qué se debe entonces
el éxito del documental de Leni, siendo este menos vasto y de menor alcance? En
el texto The mass psychology of fascist
cinema cuentan con 3 factores: psicológicos, ideológicos y
cinematográficos. Según Wilhem Reich, las estadísticas de votación indican que
fue el pueblo más pobre el que eligió el fascismo, a pesar de que su discurso
suponía la entrega total a una autoridad patriarcal y la supresión de sí mismo.
La imagen de Hitler como una persona sólida y rígida, caló en la multitud. En
una declaración el führer manifestó: no se puede persuadir a las masas con
argumentos, lógica o conocimientos, se les persuade con sentimientos y
creencias[3].
La cámara
entonces indica cómo mirar a Hitler, la posición del espectador frente a él, su
relación con el espacio como lo vemos en la secuencia en el War Memorial en el
que la multitud formada deja un gran espacio por el que camina Hitler y otros
dos funcionarios. Pero también introduce estratégicamente imágenes de los
estandartes, las banderas del partido, el símbolo de la esvástica que retoma
Capra en una de sus animaciones, el águila enorme sobre Hitler que es sugerida
desde la secuencia inicial cuando el
avión vuela sobre Nuremberg y su sombra sobre la ciudad tiene casi la misma
forma del ave emblemática.
Esta secuencia
inicial ha sido relacionada con la idea de que el partido nazi se presentó como
una religión política. “Hitler es mostrado como un mesias alemán que salvará la
nación, si la ciudadanía pone su destino en sus manos”[4]
Al mismo tiempo, las marchas de antorchas son relacionadas con ritos paganos.
Con todo, al igual que con ¿Por qué
luchamos?, la religión es uno de
los elementos de la sociedad que son tratados para llegar masivamente con un
mensaje.
En El triunfo, el papel del narrador de
voz lo hizo la cámara y el montaje. El texto inicial, escrito por Walter
Ruttman, que es una declaración del renacimiento de Alemania que comenzó con la
llegada de Hitler al poder, es la única sugerencia de narrador. Se dispuso de
un enorme presupuesto para la filmación del documental, Hitler otorgó carta
blanca a Riefenstahl, y ella no escatimó en gastos: cientoveinte personas a
cargo, entre treinta y cincuenta cámaras con desarrollos tecnológicos coordinados
por ella misma[5].
Esto le permitió realizar tomas fascinantes de los discursos sobre rieles, vistas
de pájaro al igual que usar un ángulo de cámara bajo valiéndose de tarimas que
hacían parecer a Hitler de forma imponente, muy parecido a un dios. En el
inicio, durante su desfile sobre su mercedes Benz, la cámara rodea a Hitler al
igual que rodea ciertos monumentos y esculturas de la ciudad. Utiliza lentes
teleobjetivo para mostrar las multitudes, lo que genera un efecto de “compactación”
en la imagen que acerca a las personas y hace percibirlas más numerosas[6].
La estética
creada por la cámara en su composición, valores de plano y movimientos es el
sello artístico que Riefenstahl aportó y que hizo este documental una obra exitosa.
Solo basta ver la evolución que tuvo la técnica de cámara en Olympia para
constatar la gran sensibilidad que ella poseía.
Cada
intervención es precedida por imágenes de inmensas multitudes, con rostros
sonrientes y en ocasiones saludando de forma coordinada con la expresión “Seig
Heil”. Este sonido es escuchado reiteradamente a lo largo del documental en los
discursos y las presentaciones.
En la obra de
Capra exponen al pueblo de cada uno de los países que amenazan con conquistar
el mundo como un pueblo traicionado, que creyó en las promesas de sus líderes
estando en medio de una crisis. Los ciudadanos son mostrados como ingenuos responsables
de darle poder a sus líderes. En el caso del Servicio Obrero que aparece en un
desfile dotado con unas palas y saluda a Hitler efusivamente, en ¿por qué peleamos? aseguran que son
personas designadas en trabajos forzados y con bajos salarios. Sumamos entonces
otro objetivo en el documental de Capra, que es desacreditar directamente
eventos o realidades expuestas en el documental de Riefenstahl. Una de las
animaciones da un dato exacto sobre el gasto militar de Alemania durante los
últimos años, 80 mil millones de dólares que según Estados Unidos, no
corresponde con sus declaraciones de falta de recursos.
Capra usa
doblaje cuando algunos personajes hablan, sean Japoneses, Italianos o Ingleses,
en los que el lipsync no corresponde y da pie para dudar de la veracidad de lo
que dice el narrador. Pero esto resulta poco relevante en medio de la cantidad
de información que fluye en cada segmento. La música fatalista se alterna con
música de tambores de guerra y la música serena y pacífica que asocian al mundo
libre. Hubo un trabajo especial en el sonido de explosiones y bombardeos, que
se incluyeron a material de archivo silente.
El general George
Marshall, quién ordenó la realización del documental a Frank Capra no aparece
en el filme, ni ningún otro personaje que tenga rostro propio. Quien explica
por qué peleamos es el estado norteamericano en nombre del continente entero. En
El triunfo desde su comienzo es
puesto un rostro identificable. Capra era consciente de que aunque en El triunfo no se disparó un arma o se
soltó una bomba, su objetivo psicológico de evitar resistirse era igual de
letal. El director echa mano entonces de la religión, los niños y la libertad
como elementos sensibles dentro de la sociedad americana y expone a Hitler como
un enemigo de la estabilidad.
Entre ambas
obras, podríamos decir que El triunfo de
la voluntad se alimenta de una sensibilidad artística y ¿Por qué peleamos? de un gran arsenal de
métodos técnicos en imagen y sonido. En la primera no vemos gran uso de
fundidos, no hay puestas en escena, los discursos son grabados directamente o
retomados en estudio, no hay animaciones de ningún tipo. En la segunda; la
cantidad de información que es presentada en una sola hora se apoya en estos
elementos y en una música más intencional, el mensaje para el espectador es muy
claro y extenso en ocasiones, pero a un ritmo acelerado. Las imágenes
explícitas de muertos y heridos podrían provocar un efecto de rechazo a
participar en la guerra, pero no pesan más que la necesidad de intervenir y
actuar para que no suceda en el territorio.
No hay una forma
estadística para medir el nivel de efectividad en la transmisión del mensaje
que tuvo cada documental, las referencias históricas indican que cada uno tuvo
un poder sorprendente sobre su público, cada uno con sus diferencias de estilo
y estética demuestra que el cine es una potente herramienta de adoctrinamiento,
que su poder de sugestión y penetración sensitiva no es un mito a pesar de que
los documentales en el cine hayan perdido su relevancia y hayan saltado a un
espacio distinto como la televisión.
Sin la presencia
del sonido en el film estos documentales seguramente carecerían de la riqueza y
el potencial que tuvieron, no tendrían la gran capacidad de capturar los
principales sentidos humanos para enfocar su atención en el mensaje, sutil o
directo, pero presente y prioritario.
BIBLIOGRAFÍA
Tomasulo, Frank P. (1998). Documenting the
documentary: The Mass Psychology of Fascism Cinema, (99-118): Wayne State
University Press.
Sontag, Susan. (1975). Fascinating Fascism.
Carl Rollyson (2007-03-07). "Leni
Riefenstahl on Trial". The New York Sun. Recuperado
en Nov. 02 2008.
FILMOGRAFÍA
Triumph des
willens – El triunfo de la voluntad – Leni Riefenstahl 1934
Why we fight – Prelude to war. ¿Por qué luchamos? Preludio de una guerra – Frank Capra - 1942
[1] Sontag, Susan. (1975). Fascinating
Fascism, (6)
[3] Tomasulo, Frank P. (1998). Documenting the
documentary: The Mass Psychology of Fascism Cinema, (101): Wayne State
University Press.
[4] Tomasulo, Frank P. (1998). Documenting the
documentary: The Mass Psychology of Fascism Cinema, (104): Wayne State
University Press.
[5] Sontag, Susan. (1975). Fascinating Fascism, (4)
[6] Tomasulo,
Frank P. (1998). Documenting the documentary: The Mass Psychology of Fascism
Cinema, (105): Wayne State University Press.
Disfrute mucho la lectura por la forma en que está construida la comparación, un muy buen uso de fuentes.
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