EL MÉTODO COLOMBIANO
Por Harold Rondón
Viendo la primera entrega de ¿Por qué luchamos? documental de Frank Capra sentí dentro de mí,
una sensación extraña. Era como si ya lo hubiera visto. Sentí como si cada
palabra del narrador, cada imagen yuxtapuesta fuera familiar. Fue algo incomprensible
a primera vista, pero a medida que avanzaba el tiempo, iba estando cada vez más
seguro de eso ya lo había visto. Entonces empecé a prestar un poco más de
atención al contenido y por ahí mismo, empezar a visibilizar cuál era el
objetivo de ese documental. Empecé a analizarlo y pensé que era ese tipo de películas
o documentales que son muy fácil de digerir, por lo que asumí que lo que sentía
era a causa de eso. Y aunque no era la respuesta que yo buscaba, sí era una de
los lineamientos de esa producción. Pero además de eso, ¿qué era lo familiar
allí?
Si tomo el documental
en su primera entrega (porque son siete) y desde el inicio hago una especie de
desglose, empiezo a encontrar elementos importantes que me ayudan a entender
ese pequeño pero incómodo misterio. ¿Por
qué luchamos? Inicia con una nota al espectador en la que aclaran quién lo
produce, de dónde se saca el material audiovisual y cuál es el objetivo. En ese
orden el productor del documental es el Departamento de Guerra de Estados
Unidos tomando material de noticieros americanos, Naciones Unidas y del “bando
enemigo”. Por último, el objetivo es mostrar todas las causas que llevaron a Estado
Unidos a participar en la segunda guerra mundial y también mostrar cuáles son
los “principios” por los que luchan.
Luego de esa nota introductoria -que parece una nota de
advertencia al estilo PG 13- vemos marchas de militares estadounidenses que van
a la guerra, pero ¿por qué van a la guerra? Inmediatamente después empiezan a
aparecer tomas de ataques, bombardeos y muertos, mientras el narrador va
nombrando los diferentes lugares que han sido atacados en el marco de la
guerra. Inicia con Pearl Harbor luego muestra ataques en diversos países. Ese
primer plano de ataque a Pearl Harbor es una de las primeras semillas que se
lanzan al espectador para sembrar algo. Es una justificación de entrar en
guerra porque han atacado al país, pero con las demás imágenes de otros países
siendo “víctimas” se aliviana un poco la carga de ser una batalla personal,
sino que por el contrario es algo globalizado contra lo que se tiene que
luchar.
Esas imágenes de bombardeos son fundamentales en la
respuesta que busco, ahora todo empieza a aclararse. Recuerdo que hace unos
siete años se presentaron una serie de protestas por parte de movimientos
indígenas colombianos del Cauca en resistencia por la condición que en ese
tiempo padecían –nada ha cambiado- a esta agrupación se le denominó Minga
indígena. En estas protestas murieron más de diez indígenas en enfrentamientos
contra las fuerzas del estado, policía y ejército. Las protestas siempre se
cubrieron por parte de los medios masivos de comunicación, desde el lado de las
fuerzas estatales, por lo que no se veían más que indígenas atacando con
piedras y palos a los escuadrones antidisturbios, luego tomas de policías
heridos y sangrando. En un momento de mucha tensión de las protestas apareció
en un medio alternativo un video en el que estaba un miembro de la policía con
el rostro cubierto, disparando con un fusil hacia las personas que protestaban.
Casi que inmediatamente salió el presidente de la época Álvaro Uribe a
desmentir el hecho y decir que la policía no usaba armas de fuego. Al día
siguiente realizó una alocución presidencial en la que aceptó que un policía había
disparado. Pero lo que más recuerdo de esa alocución, es que en vez de pedir
disculpas por el acto y abrir una investigación contra el agente que cometió el
hecho, lo que se presenta es una
JUSTIFICACIÓN por lo sucedido. En esa alocución se muestra un video donde
se observa a un policía herido, esta imagen es repetida una y otra vez a lo
largo de la emisión. Allí como un hecho revelador es donde encuentro la familiaridad
de ¿Por qué luchamos? Es allí donde
empiezo a unir cabos y a recordar que eso ya lo había visto, sólo que en otro
tiempo. En esa alocución decía Álvaro Uribe que el policía había atacado con un
arma de fuego porque estaban siendo atacados con explosivos “terroristas” y que
ellos estaban autorizados por el mismo presidente, para atacar cuando fueran
atacados. De la misma manera Estados Unidos justifica su participación en la
guerra, diciendo que ellos no atacarían a nadie si no eran atacados primero. Continuando
con la alocución se mostró –como fue a lo largo de sus dos periodos- la versión
oficial de un oficial. Allí se afirmó que los indígenas habían muerto por culpa
de artefactos explosivos “terroristas” que ellos mismos armaban. Luego empezaron
a circular más videos que desmentían la versión del general de la policía y del
presidente. Entonces se guardó silencio.
Así como en el documental se repite múltiples veces la
palabra libertad y todos sus
derivados, bajo los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe se repitió Seguridad Democrática y Terrorismo. No se habló de más, ni se
gobernó para nada más. Los medios masivos fueron muy dedicados a su labor de
propaganda gubernamental, ellos la tenían clara. Los operativos militares
fueron protagonistas en cada emisión, en la prensa escrita y en la radio. El lenguaje
militarista se usó por periodistas con apropiación. Se crearon redes de “soldados
de apoyo” que eran civiles a quienes formaban militarmente y que brindaban
información sobre “auxiliadores del terrorismo”. La idea por boca del mismo
Álvaro Uribe era que estos informantes fueran millones, que el campesino, el de
la tienda, el zapatero, el ama de casa brindaran información útil y así entre
todos “nos protegiéramos”. Algo muy similar planteó el Departamento de Guerra
de Estados Unidos, cuando decidió mostrar esta serie de documentales -que en origen
fueron realizados para los miembros de las fuerzas armadas- a la población civil,
ya que se tocó el corazón de sectores sociales como los trabajadores y
especialmente el de las mujeres, haciéndolas partícipes de la guerra, con su
argumento de que era la Libertad la
que estaba en juego y que era una guerra de todos los americanos.
Esta incipiente comparación tiene diversos factores a
analizar. Las diferentes herramientas de propaganda política se han venido
usando a nivel mundial y local constantemente. Se pueden encontrar repeticiones
casi idénticas en diferentes países y tiempos. Generar miedos, justificar
acciones, modificar la opinión pública. Si un noticiero en televisión dice una
noticia, luego la repite el periódico impreso, luego la radio, así sea una
mentira, es una noticia real. Porque son los medios oficiales la que la dicen...
Harold Rondón.
Interesante el dejavu introducctorio para presentar el análisis. Mucho más interesante el análisis comparativo utilizando la realidad nacional como referente empírico. Es el sentido que pretendia darle a la clase vincular el pasado con el ahora
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