Introducción
Hoy día, oír hablar de términos como Hipermedia,
Transmedia o web 2.0, es bastante frecuente en el campo de los estudios de
comunicación y medios. Esa multiplicidad de neologismos que parecen referirse a
cosas similares, relacionadas con la informática y el internet, delatan la
aparición de nuevas formas de comunicación que no siguen las dinámicas
mediáticas consolidadas en siglo XX. Frente al cuestionamiento
de las formas tradicionales de narrar, producir y distribuir, nos hemos visto
en la necesidad de ampliar el léxico de los medios.
A esa lógica no ha escapado el documental. Aquel termino que Grierson
acuñaba en 1926, para referirse al trabajo de Flaherty, parece ya no ser
suficiente para describir la producción actual. A pesar de no tener una obra u
un autor definitivo, nos hemos visto en la obligación de buscar términos como
webdoc, i-doc o documental transmedia, para poder referirnos a nuevas formas de
registro, organización y distribución del documental.
Dada la novedad y el carácter experimental de las comunicaciones en la
era digital, resulta difícil creer en la solidez de las definiciones y las
teorías de este nuevo panorama. Es por eso, que lo que aquí se propone, más que
una definición o caracterización del webdoc (entre otros), es un comentario
sobre el impacto del internet en el documental. Para ello, una de las cosas que
se hacen necesarias, es poder entender que es internet en el sentido más
integral posible; es decir, entendiendo internet desde lo técnico, lo
comunicativo, lo social, etc. Es con lo anterior que podremos comenzar a revisar,
si dentro de la producción documental actual, hay elementos en los que internet
haya ejercido una influencia definitiva, a tal punto que justifique la
proliferación de opiniones apocalípticas o proféticas, sobre los medios
tradicionales y el documental.
¿Qué
es internet?
Un hecho social.
Antes de entrar en materia técnica, respondamos a la
pregunta de “¿Qué es internet?” desde un punto de vista demográfico. Hoy día,
internet es una herramienta utilizada por 3200 millones[1]
de personas en el mundo, lo que a grandes rasgos quiere decir, que alrededor
del 44%[2]
de la población mundial usa internet. Aunque bastaría con quedarnos con esos
datos para poder afirmar que internet es un fenómeno social de vastas
proporciones, podemos añadir que el crecimiento de internet también ha sido
considerable. En el periodo comprendido entre 2000 y 2015, la población humana
aumentó de aproximadamente 1192 millones de personas; para el mismo periodo, el
numero de internautas aumentó de 2800 millones de personas.
Resulta inevitable que una herramienta que en poco tiempo logró
volverse de uso masivo, no haya causado impactos en la historia de la humanidad
(valga la hipérbole). Ejemplos existen de todo tipo. En cuanto a movilizaciones
sociales, los ejemplos son planetarios; La Primavera Árabe (Magreb), Los
indignados (España), Ocupy Wall Street (E.E.U.U.), La revolución de los
paraguas (Hong Kong). También podríamos citar el impacto a nivel las finanzas: Pagos
y envío de dinero sin bancos (Paypal), Aumento en el comercio de divisas
(Forex), Creación de moneda virtual (Bitcoin). Por ultimo, y dejando de lado
muchos otros sectores transformados por internet, podemos citar los impactos en
los modelos jurídicos, en los que las leyes de filtrado y escucha, han puesto
en manos de instancias no judiciales la capacidad de interceptar
comunicaciones.
Si tenemos en cuenta que la cultura[3]
puede ser definida como la suma de las interacciones entre individuos que
sirven para definir a una sociedad, veremos que lo que estamos presenciado es
precisamente un cambio de culturas. Ya sea origen o catalizador, internet es un
hecho
social[4],
con demostradas capacidades de transformar las culturas, y por esa vía, las
sociedades.
Cabe recordar que Colombia no escapa a esa lógica global, y que el
país ha venido conociendo un crecimiento importante en su número de usuarios de
internet. Según el programa Vive Digital del Mintic[5],
para el 2014 el 66%[6]
de los colombianos eran usuarios de internet. Si bien puede ser pertinente
dudar de datos oficiales tan optimistas, cabe recordar que desde el su primer
gobierno, Santos ha orientado las políticas públicas hacia el cumplimiento de
estándares y perfiles requeridos por la OCDE. Como es de esperarse, el gobierno
colombiano parece tener cierto grado de conciencia en los posibles impactos
sociales de conectar su población a internet, lo que viene a justificar
iniciativas como la ley Lleras, gastos públicos como la plataforma de
vigilancia PUMA[7],
o alianzas con privados como Facebook y Tigo, que prometen internet gratis de
contenido limitado.
Un medio o un hipermedio.
Quizás uno de los debates de más largo aliento, ha
sido el de clasificar internet ¿Es un medio? ¿Un nuevo medio? ¿Es de pronto un
cibermedio? o ¿Quizás sea un hipermedio? Desde mitades de los años 90 hemos
visto como se han clasificado los usos de internet, en múltiples y diferentes
categorías, especialmente creadas y nombradas para esta tecnología. A pesar de
la variedad, el termino que parece generar más consenso, es el termino de hipermedia.
El prefijo híper se refiere por lo general al más allá de, o a encima
de, estableciendo que existe superioridad o ventaja del hipermedio
sobre los medios tradicionales[8].
En la literatura contemporánea sobre estudios de medios, parece que uno de los
primeros factores que permite el uso del termino, es la confluencia de todos
los medios en un solo; característica, que le permite a internet ser usado de
diferentes maneras. No obstante el uso del termino, va más allá de la simple
capacidad de emulación de otros medios y de su uso polivalente.
También hemos podido ver el afán de demostrar que internet replantea ciertos
rasgos característicos de los medios. Por un lado, internet ya no
plantea las mismas relaciones entre emisores y espectadores; ya no estamos en
un flujo de un emisor para miles de espectadores, sino que estamos en un modelo
que permite diversos flujos: de pocos emisores a muchos espectadores, de muchos
emisores a pocos espectadores, de pocos emisores a pocos espectadores etc. Por
otro lado a diferencia de los medios tradicionales, internet deja
de ser un modelo unidireccional, aquí la participación del espectador es mucho
más activa, llegando incluso a convertirlo en emisor. Otra de las diferencias
fundamentales es la especificidad de contenidos que permite internet. En este
caso se asume que los medios, transmiten a todo el mundo
el mismo contenido, al mismo tiempo, cosa que evidentemente no sucede en
internet. Por ultimo, el carácter hipermediatico está también en que internet, no
ofrece un contenido lineal y que el contenido tampoco es ordenado.
En aspecto hiper de internet, no solo se da en contraposición a los medios
tradicionales. La herencia del sufijo, viene de la comparación con la
hipertextualidad, una vieja ambición de poder sistematizar la capacidad de
libre asociaciones hachas sin dificultad por la mente humana. Esta idea, que
fue duramente trabajada por la informática, se fue complejizando gradualmente,
a medida que las capacidades de almacenamiento y procesamiento eran mayores,
permitiendo así una vincular informaciones. La capacidad de rápida asociación
de contenidos y consulta, le da a internet una dimisión que hipertextual. Esto
ya no derivada de las mediaciones que puede generar, sino de la dimensión
tecnológica que lo caracteriza.
Todo lo anterior ha llevado a complejizar el debate, poniendo en juego
algo más que un prefijo conveniente. El hecho que internet se diferencia tanto
de los medios tradicionales, ha lleva a pensar que internet no es medio.
Dominique Wolton, prefiere asumir internet como un sistema de información[9].
Para Wolton, la fuerza de internet
radica en su carácter no mediático. Ante la ausencia de intermediaciones, se
creó un sistema en el que habitan libremente todo tipo de informaciones,
enviadas por cualquier persona y captables por cualquier persona, sin que nadie
pueda intervenir en el orden de la comunicación. Si bien Wolton parece
menospreciar el uso conservador que se le ha dado a la tecnología, que permite
el uso de internet como medio, lo cierto es que identifico que internet
encierra un nuevo modo de producción estrechamente relacionado con su
concepción técnica. De ahí que las otras
oposiciones a tratar a internet como un medio, provienen ya no de los estudios
de la comunicación, sino de los estudios de la información.
La definición de internet propuesta por Benjamín Bayart[10],
que es una definición proveniente desde los estudios de la información, nos
propone internet como una herramienta genérica, que aglutina diversos usos,
entre ellos usos mediáticos. Si bien hay medios que tienen como red de difusión
internet, internet no es un medio en si mismo.
La prensa en línea o televisión en línea, coexiste con otra vasta serie
de usos, como lo son la telefonía, o la banca. Por lo tanto, asumir que
internet es un medio o un hipermedio, parecería desconocer
hasta cierto punto, que la dimensión tecnológica es mucho más importante de lo
que se quiere desde la comunicación.
Una tecnología.
Internet es antes que nada una tecnología. Para
entender sus alcances es pertinente tener en cuenta su técnica, y esto no solo
para saber, que puede hacer y que no puede hacer internet, sino también para
entender que las lógicas de trabajo que han construido internet, tienen un
impacto en su uso.
Una de las primeras cosas que podemos traer a colación es la
definición coloquial de internet. Internet es una red de redes. A pesar de ser
una buena definición, su vaguedad no permite su entendimiento. Más puntalmente,
tendríamos que decir que internet es una red compuesta por múltiples redes
informáticas, es decir, una red por la que transitan datos. Esa red
informática, está caracterizada por ser una red abierta, sin centro y cuya
información y capacidad de calculo, está en los terminales. Para poder entender la quizás enredada frase
anterior, es necesario ir por pasos.
Internet es una red abierta, en tanto que los protocolos que permiten la
comunicación entre terminales (TCP/IP), son públicos. Todo aquel que quiera
conectarse a esa red, solo debe respetar esos protocolos. El hecho que internet
sea una red sin centro, quiere decir que los terminales que se comunican entre
sí, no deben pasar por una central, o no deben pasar por caminos únicos. Esto
hace que internet sea una red solida, que no depende de la existencia de una
porción de la red. Si Estados Unidos o Europa desaparecieran del mapa, internet
seguiría funcionando, con menos contenido, pero seguiría funcionando. Por
ultimo, nos interesa resaltar también que internet es un red cuyos terminales
tienen la capacidad de almacenar y procesar información, esto quiere decir que
cualquier computador es susceptible de ser servidor, y de alojar contenido
consultable por otro usuario de la red.
Si bien las capacidades tecnológicas que tiene internet, permiten a
priori comunicación descentralizada, es necesario aclara que las dinámicas
económicas han permitido la consolidación un modelo de internet más
restringido. Por un lado la popularización de los motores de búsqueda, ha hecho
que internet se convierta paulatinamente en un directorio. El uso masivo de
Google, comprueba que mucho del uso de internet está mediado por una
herramienta, y más puntualmente por una compañía. Esta lo que hace, es indexar
contenido, y desplegarlo bajo el pedido del usuario. Esto ultimo facilito el
acceso a la información disponible, y por ende el uso de internet. Del los
incentivos económicos que derivan del manejo de la información, se propició
también la aparición de plataformas de almacenamiento centralizado . De ahí que
la red se haya transformado recientemente en un red de nodos, en los cuales se
almacena la información que será consultado por terminales. Los ejemplos notorios son los correos en la
web, o los sitios de videos como YouTube, DailyMotion, Netflix, entre
otros. Unos siguen de manera más o menos
fiel lo principios abiertos y públicos que han construido internet, y otros,
como Netflix si emulan los principios de los medios.
Lo
documental.
El registro.
Antes de hablar del documental propiamente dicho,
podemos hablar del impacto del internet en el registro documental. Así como en
sus inicios, la fotografía o el cine, se usaron para hacer registros crudos de la
realidad, en la era digital también se ha hecho. Aquí no se trata de narrar o
comunicar, sino de registrar un momento. El abaratamiento de los costos, que ha
traído consigo la revolución digital, ha hecho que proliferen cámaras de todo
tipo, en todo lugar; de ahí, que no sea raro que exista una imagen o una
secuencia, de cada acontecimiento.
El uso masivo y sistemático del registro audiovisual, ha encontrado en
internet un complemento. Ahora no solo, se registra en masa, sino que se puede
almacenar en masa y difundir en masa. El creciente uso de internet mencionado
anteriormente, junto con su aspecto de red sin centro y los servicios de
almacenamiento, han posibilitado que existan imágenes de todo tipo de
acontecimientos y de cualquier lugar del mundo. Aquí no existen
intermediaciones, y tal como lo planteaba Walton, estamos frente a un sistema
de información videográfica, muy eficiente. De esto se han dado cuenta las
agencias de prensa, que en gran parte buscan ser sistemas de información,
generando un mercado del registro videográfico. RT, AFP, EFE, entre otras,
tienen un servicio de venta imágenes crudas, es decir de registro documental.
Esto demuestra, que internet ha tenido un impacto en la producción de imágenes
no organizadas, y que esto ha sido aprovechado por la prensa.
Por otro lado, como ya lo mencionamos, internet permite
tecnológicamente que todo usuario consulte y contribuya. Esto a nivel del
registro, ha supuesto el fenómeno de la virilidad de contenidos desorganizados.
Un audiovisual puede tener una difusión masiva, no por su lenguaje, sino por lo
que registra, en tanto lo que sea registrado cumpla las siguientes reglas[11]:
Debe estar disponible siempre que la audiencia lo solicite; debe ser portátil,
fácil de compartir, ligero; Debe ser reutilizable, abierto; Debe ser relevante
para múltiples audiencias; y debe tener relación con contenido que ya conocido.
Al revisar estas reglas sugeridas por Jenkins, vemos que son posibles en tanto
internet es un red que permite compartir información, y que al no estar
centralizada agranda el espectro de pares a nivel mundial. Las características
de la comunicación digital, han favorecido que no exista una propiedad estable
de los contenidos, y que estos puedan por ende ser reutilizados y retrabajados.
Esto viene a demostrar, que más allá de las dinámicas de mercado, el
funcionamiento mismo de internet ha favorecido el registro documental. Si bien
los registros de gatos, caídas y otros azares, no constituyen una pieza clave
para hablar de lo documental, el fenómeno de viralidad que se genera con ellos,
crea costumbres de uso de las herramientas, que habrá que tener en cuenta.
El lenguaje documental.
Si retomamos la idea de Omar Rincón, según la cual
cada medio tiene sus narrativas, podemos también afirmar que a cada medio
corresponde un lenguaje, con el que se tejen dichas narrativas. El documental
abordado por Bill Nichols[12],
ya nos había dado unas pautas de cómo el documental narraba, organizando de diferentes
maneras la realidad. Una de las ultimas que el autor identificaba, es la
modalidad reflexiva. Esta modalidad, parece encontrar su mayor potencial por
medio del video. Aquí es donde comienzan a juntarse las narrativas mediáticas
que plantea alguien como Rincón y las
narrativas documentales, por causa de la aparición de una tecnología que lo
permite: la imagen electrónica / digital. Las subjetividades del video, son el mejor
lugar para poder plantear las preguntas del documentalista, quien se vuelve por
causa del medio, un dispositivo más en la narración. El documental diario, o el
documental intimista, es audiovisual en tanto el sujeto ha creado su memoria
por medio de imágenes, que crea o que recicla.
El antecedente del impacto del video en el documental, se amplifica
con las herramientas que brinda internet. Las imágenes y secuencias que
internet pone como medio, o como red de información, son accesibles a todos. La
tecnología digital, nos permite organizarlas y re emplazarlas en la espacio
público virtual. Un ejemplo de esto, son los documentales activistas, que
muchas veces usan narrativas heredadas del documental que mediado por el cine o
la televisión. Uno de los ejemplos posibles es el documental 15M Excelente. Revulsivo. Importante. (2011)
, en el que vemos el uso de estrategias lineales heredades de documentales
expositivos, junto con estrategias de diario. 15M es un documental de Stephane Grueso, organiza registros crudos,
imágenes recicladas, e imágenes propias. Dado que el documental fue creado para
internet, no escapa a las lógicas de la contribución y la re edición: El
documental ha sido montado varias veces. Pero ese fenómeno no es propio de las
sociedades hiperconectadas y mediatizadas, el caso colombiano ofrece múltiples
ejemplos como Al sur de la universidad
(2013), El traje nuevo del emperador[13]
o 0,70 (2013) en los que vemos que las lógicas de pirateo, reciclaje y montaje,
son potenciadas por internet.
Los impactos que tiene internet en el lenguaje son relativamente
sutiles en este caso. Podríamos decir que internet funciona en este caso como
una emulación del documental tradicional, poniendo a internet en el rol de
medio. No obstante, la producción de estos documentales si tiene una gran
componente tecnológico que lo hace más especifico de internet. En primer lugar
hay una formación visual que se centra cada vez más en internet, pues como lo
hemos mencionado, ahí confluyen diferentes medios. En segundo lugar, las
dimensiones tecnológicas permiten libre, o fácilmente accesible a material de
archivo. Por último, existe una lógica colaborativa para la construcción del
documental, que va más allá del flujo de trabajo de un equipo de
producción. La posibilidad de una
comunicación eficiente, permite que se replique el modelo de creación de
software libre y abierto. Al igual que la creación de GNU/Linux, la creación
documental se hace con una participación de diferentes interesados en mejorar
el producto, ya sea contribuyendo con material, o con trabajo. La lógica de
código abierto, implica así mismo, la posible re utilización y mejora del
contenido. Los documentales de este tipo, comienzan a utilizar más
frecuentemente la denominación proyectos, más que producciones[14],
asemejándose incluso en el léxico, a la
producción de software. Al igual que en el mundo del software[15],
la motivación radica en la calidad del mensaje, en la creación de redes
productivas y en la creación de reputación. Aquí ya no se trata de una lógica
de retribución financiera, lo que permite la liberación de muchas de las trabas
de producción que podían existir antes, que limitaban la producción documental
a los centros de concentración del capital, limitando así la posibilidad
expresiva del documental.
Nuevos lenguajes.
Más allá del impacto que tiene internet en el medio
documental, hemos podido presenciar la aparición de nuevos lenguajes. Esto
dicho, con el entendimiento que la novedad es transitoria, y que por ende el
uso de nuevos lenguajes no se refiere a un especifico[16].
Por nuevos lenguajes, se podía entender a lo que hace unos años llamaban
multimedia, y que hoy parece estar sobre pasado por lo interactivo, lo
inmersivo o lo transmedia.
Quizás era deducible por la naturaleza misma del termino, que lo
multimedia, implicaba la convergencia de medios. No obstante, la multimedia ha
pasado de ser una mera formalidad técnica, a convertirse paulatinamente en una
estrategia narrativa propia de la Web. El caso más notorio es quizás el caso de
la prensa. Dada la incapacidad de subsistir en internet como un emulo de su
versión física, la prensa ha tenido que idearse maneras de contar y organizar
la realidad de una manera diferente. Por medio de esa necesidad, nos
encontramos, que comienzan a aparecer lógicas importadas del documental
audiovisual. Agencias de renombre como Magnum[17]
o como Getty Images[18],
comienzan a tener plataformas de cortos documentales. Periódicos como el
Washington Post[19]
o lo Monde, comienzan a incluir en sus especiales, recursos gráficos y
audiovisuales, cuya combinación constituye no un acompañamiento del reportaje,
sino el reportaje mismo. Estos
materiales son indudablemente documentales, puesto que son una organización
creativa de los registros de la realidad, no obstante, su efectividad narrativa
se ve a afectada al ser sustraídos de la web; ecosistema en el que conviven con
materiales complementarios. Aquí podemos ver que internet va más allá del
impacto, y crea una nuevo espacio narrativo.
La narrativa de internet no termina en lo multimedia. La aparición de
narrativas interactivas o inmersivas, que buscan recatar estrategias importadas
del video juego, aparecen en la web bajo el nombre de Web doc. El desarrollo de
plataformas que permitan la interacción eficiente con material documental,
supone el desarrollo de un nuevo nivel de montaje , es decir, de un nuevo nivel
de lenguaje. Quien crea el orden de lectura es el espectador, lo que obliga a
que las estrategias narrativas sean flexibles y permitan la comunicación
integral del mensaje, sin tener en cuenta el orden. Así mismo vemos que desde
centros como el MIT, se busca desarrollar herramientas que permitan involucrar
más los sentidos, para que la interacción se de al nivel de la inmersión. Lo
curioso de este caso, es que en algunos de los proyectos nombran esto como
reportaje de inmersión o periodismo de inmersión[20].
Todo lo anterior, es otro de los
ejemplos de cómo el documental está en una renovación de su lenguaje, por medio
de las posibilidades técnicas que ofrece internet. No obstante cabe resaltar
que las implicaciones en conocimiento que implican estas narrativas, sobre
pasan el perfil del documentalista tradicional, obligándolo a tener un buen
nivel de alfabetización tecnológica.
Por ultimo, uno de los más mencionadas nuevas narrativas, es la
narrativa transmedia. Aquí el internet
tiene una posición aún más ambigua. Las narrativas transmedia están cimentadas
en la capacidad de conectividad, no obstante su efectividad narrativa depende
la invasión que puedan generar en espacios fuera de línea. Como lo identifica
Jenkins, si el mensaje no es propagable a otros medios, este no funciona[21]. Aquí la narrativa documental se basa en la
experiencia del usuario y por lo general es planteada en una extensión de
tiempo que supera los tradicionales 90 minutos. Los proyectos que pueden durar
una semana, o dos, deben invadir la vida del usuario por medio de comunicación
en diferentes medios y soportes. Debe comportarse como una red social ampliada.
Cada mensaje es importante y complementa la experiencia. Estas narrativas que
hasta ahora han sido más exploradas por la ficción, ya han tenido sus
experimentos en el documental. Uno de los ejemplos es el documental Malvinas 30, en el cual se buscó recrear
la experiencia de la cotidianidad en la Guerra de las Malvinas. Aquí el rol de
internet se reduce realmente a su dimensión tecnológica y aporta al lenguaje,
en la medida en la que es capaz de transportar eficientemente otros medios.
[1] Según
la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU).
http://www.itu.int/en/ITU-D/Statistics/Documents/facts/ICTFactsFigures2015.pdf
[2] Porcentaje
obtenido usando como referencia la proyección de la población mundial en 2015,
hecha por el Population Reference Bureau (PBR). http://www.prb.org/
[3] “Nous pourrions définir la culture comme étant un
ensemble lié de manières de penser, de sentir et d'agir plus ou moins
formalisées qui, étant apprises et partagées par une pluralité de personnes,
servent, d'une manière à la fois objective et symbolique, à constituer ces
personnes en une collectivité particulière et distincte” (Rocher, 1995)
[4] Ver
la definición de Durkheim de hecho social en Las reglas del método sociológico.
[5] Ministerio
de tecnologías de la información y la Comunicaciones.
[6] http://micrositios.mintic.gov.co/vivedigital/logros-plan/logro.php?lg=20
[7]Plataforma Única
de Monitoreo y Análisis.
[8] Scolari, C. (2008). Hipermediaciones: Elementos para una teoría de la
comunicación digital interactiva (1a ed.). Barcelona: Gedisa.
[9] Wolton, Dominique, y Olivier Jay. Sobrevivir a Internet:
Conversaciones Con Olivier Jay. Barcelona: Gedisa Editorial, 2000.
[10] Bayart, B. (Conferencista) (2013, Noviembre 8). Comprendre un monde qui
change: Internet et ses enjeux. Paris.
[11] Jenkins, H., & Ford, S. (2013). Spreadable media creating value
and meaning in a networked culture. New York: New York University Press.
[12] Nichols, B. (1997). La representación de
la realidad. Barcelona: Paídos.
[13] Libia Estala Gómez, autora de este documental, se
reservó la autoría, y difusiones formales, lo que hace que el documental sea supuestamente
anónimo.
[14] Ruiz, S. (2013) La narrativa transmedia para
la representación de la realidad. Bogotá : Universidad del Rosario.
[15] Scolari, C. (2008). Hipermediaciones: Elementos para una teoría de la
comunicación digital interactiva (1a ed.). Barcelona: Gedisa.
[16] Scolari, C. (2008). Hipermediaciones: Elementos para una teoría de la
comunicación digital interactiva (1a ed.). Barcelona: Gedisa.
[17] http://inmotion.magnumphotos.com/
[18] http://www.reportagebygettyimages.com/multimedia/
[19] http://www.washingtonpost.com/sf/syrian-refugees/story/refuge/
[20]http://i-docs.org/2015/05/22/i-docs-presents-nonny-de-la-pena-experiments-in-vr-immersive-journalism/
[21] Jenkins, H., & Ford, S. (2013). Spreadable media creating value
and meaning in a networked culture. New York: New York University Press.
REFERENCIAS.
Bayart, B. (Conferencista) (2007, Abril 14). Internet libre ou minitel
2.0. 8emes rencontres mondiales du logiciel libre. Amiens.
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Crovi, D. (2006, Junio 10). ¿Es internet un medio de comunicación? Revista Digital Universitaria.
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Jenkins, H., & Ford, S. (2013). Spreadable media creating value and meaning in a networked culture. New York: New York University Press.
"La Polémica que se desata por PUMA." Semana 29 June 2013, Nación Web. 20 de Mayo 2015. http://www.semana.com/nacion/articulo/la-polemica-desato-puma/349109-3
Nichols, B. (1997). La representación de la realidad. Barcelona: Paídos.
Rincón, O. (2006). Narrativas mediáticas o como se cuenta la sociedad del entretenimiento (1ra ed.). Barcelona.
Rocher, G. (1995). Introduction à la sociologie generale. Montreal: HMH.
Ruano, S. (2006). Internet: Nuevo medio de difusión para los contenidos televisivos. Hologramática, 55-64.
Ruiz, S. (2013) La narrativa transmedia para la representación de la realidad. Bogotá : Universidad del Rosario.
Scolari, C. (2008). Hipermediaciones: Elementos para una teoría de la comunicación digital interactiva (1a ed.). Barcelona: Gedisa
.
YouTube Statistics. Consultado en Junio 10, 2015, de http://www.youtube.com/yt/press/statistics.html
Wolton, Dominique, y Olivier Jay. Sobrevivir a Internet: Conversaciones Con Olivier Jay
Es un trabajo muy bien construido en forma y contenido, una reflexión muy vigente sobre esto que algunos llamamos documental en los tiempos de internet. Ojalá se anime a publicarlo en otros medios, tan solo le ampliaría con algunas otras referencias. audiovisuales. (Se publicó algunos días después de lo solicitado)
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